Tengo una deuda pendiente conmigo y con nuestro blog: correrme de la reflexión sobre los mensajes del Papa en su visita a México y compartir la pasión que se vivió en las calles el mes pasado. No lo hice antes porque, apenas se fue, Francisco nos hizo mucha falta y quedó un hueco en esa rutina que supimos adoptar por una semana. Pero hoy esa nostalgia es un gran recuerdo que amerita volver a pasarlo por el corazón en honor al tercer aniversario de su pontificado.
Fueron días tan intensamente lindos que luego de su partida se sintió en las calles, en los medios y en las redes ese vacío que sabe dejar quien da todo en cada encuentro y nos regala una presencia transformadora. Pero como de la transformación interna y espiritual no se trata esta publicación, me atrevo a comparar lo que pasó en las calles y corazones de México con un Mundial de Fútbol. Sé que un Papa hincha de San Lorenzo me va a permitir la analogía y, con todo respeto, tengo que decirles que el fervor, los cantos y la pasión que vivimos en las calles durante su visita fueron similares a los de un país cuando gana la Copa del Mundo.
Además y de igual manera, durante esos días estuvimos todos pendientes de:
…. la hora en que Francisco salía a la cancha—perdón, digo la calle;
…. el lugar donde iba a estar,
…. y las entradas para verlo.
Durante esos días todos quisimos:
… estar lo más cerca posible—sea de la acción o colgados de las vallas del “túnel” para verlo llegar/partir;
….sacarnos una foto que atestigüe que lo logramos;
….y sintonizar el mejor canal para ver los “partidos” del día o, al menos, el resumen de sus mejores “jugadas”.
En esos días nos llenamos de cuentos, anécdotas, planeamos reunirnos con amigos, inventamos cantos, nos envolvimos en banderas, escribimos carteles, hicimos largas filas, bailamos en multitud, gritamos su nombre, nos emocionamos, nos abrazamos y, más importante aún, en esos días no hubo rivales sino que fuimos todos un mismo gran equipo: el de Francisco. A las pruebas (audio)visuales me remito y agradezco a quienes me facilitaron las fotos y este gran vídeo que les comparto donde Francisco llega y lentamente se queda…Querido Papa Francisco, en tu tercer aniversario, me despido con algunas de las voces que latían fuerte en la calle durante tu visita a México este Febrero de 2016- y levanto un mate en tu honor, por supuesto. Gracias por estos 3 años. ¡Vamos por más que tu equipo reza por vos!Agustina“Francisco, amigo, México está contigo”“Melón, papaya que el Papá no se vaya”“Se siente, se siente, Francisco está presente”“Francisco, parate que acá tenemos mate” (imperdible video).